quarta-feira, 30 de novembro de 2011

200 paramilitares toman el control sobre la zona de San José de Apartadó, con la complicidad del Estado

   Comunidad de Paz de San José de Apartadó     
Agencia Prensa Rural


Desde hace algunos días hemos dejado constancia de situaciones muy difíciles que se viven en este momento en la zona de nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó; pese a todo, el Estado sigue siendo espectador y cómplice de todo este actuar.
El lunes 28 de noviembre, cerca de 200 paramilitares llegaron a la vereda La Esperanza donde han retenido a la gente por varias horas teniéndolos encerrados en el centro de salud, manteniéndolos incomunicados. Allí, según ellos, están revisando los antecedentes de cada uno. De igual forma han dicho que van a quedarse allí como los que mandan y tener control de todo. Además han dicho que han comprado varias fincas en Playa Larga y que la orden es que la finca que necesiten, se les venda, quieran o no. Ya han comprado tres grandes fincas donde tendrán sus bases en Playa Larga y afirman que lo mismo harán en todas las veredas.

Esta situación es muy dramática puesto coloca a las diversas veredas en un desplazamiento inminente y en peligro la vida de la gente. Así mismo se pretende someter a las comunidades a la lógica paramilitar. Nos negamos a ello y no lo aceptaremos, obedeciendo nuestros principios por la vida. Pedimos solidaridad ante estas situaciones y apoyo para exigirle al Estado que cese este actuar cómplice.

Nuestras constancias y clamores se suceden sin que ninguna instancia del Estado muestre preocupación alguna por el accionar intenso del paramilitarismo, como brazo armado que actúa en plena coordinación con los puntos de control de la fuerza pública.  Los paramilitares insisten en que nos sometamos a ellos bajo la amenaza de exterminarnos. No nos someteremos y hacemos una vez más responsable al Gobierno de todos los horrores a que nos tienen sometidos. El Presidente Santos ha estado informado minuciosamente de todos estos horrores y se niega a actuar. Las bases paramilitares siguen intactas y protegidas por la fuerza pública. Continuamos dejando constancias para la historia y estamos seguros de que la gente consciente sigue caminando con nosotros en una resistencia moral ante tanta infamia.

La Comunidad de Paz ha hecho un llamamiento a las autoridades a que actuen y ha dejado constancia de los siguientes hechos:

El lunes 14 de noviembre de 2011, hacia las 18:00 horas, 30 paramilitares llegaron a la vereda La Esperanza con armas largas y en trajes civiles, penetraron en las viviendas, entre ellas las de familias de nuestra Comunidad de Paz. Nuevamente repitieron su mensaje: los que no se sometan a ellos y trabajen con ellos, tendrán que irse o morirse, Van a actuar en delante de manera más contundente.
El viernes 18 de noviembre de 2011, hacia las 16:00 horas, los paramilitares ingresaron de nuevo a la vereda La Esperanza, esta vez con trajes de camuflado y armas largas. Afirmaron que comenzarían a actuar más contundentemente.
El sábado 19 y el domingo 20 de noviembre de 2011, durante todo el día los paramilitares hicieron presencia en los caminos aledaños a las veredas La Esperanza, Rodoxalí y El Porvenir. Instalaron retenes  y se robaron los alimentos que la gente transportaba, afirmando que está prohibido llevar alimentos a las casas; que han decretado un bloqueo de alimentos y que el que incumpla estas disposiciones será asesinado.
paramilitares_colombianos_julio05.jpgEl martes 22 de Noviembre de 2011, hacia las 05:00 horas y hasta las 09:00 horas, se presentaron combates entre los paramilitares y la guerrilla en las veredas La Esperanza y Playa Larga, poniendo a la población civil en medio del fuego. Varias familias tuvieron que huir de en medio del combate y salvar sus vidas. Nuevamente se evidencia que los paramilitares, quienes continúan actuando en estrecha unidad de acción con el Ejército, buscan poner como ESCUDO a la población civil, lo cual constituye un CRIMEN DE GUERRA. Hace tan solo una semana que denunciamos hechos similares y nuevamente se repiten.
Las familias de La Esperanza, así como las de Rodoxalí, El Porvenir y veredas aledañas, están en altísimo riesgo. Varias familias quieren desplazarse. Por eso hacemos un llamado apremiante para que se intervenga ante el Gobierno central y se exija cesar el accionar paramilitar que es un accionar camuflado del Estado. La Comunidad de Paz se mantendrá firme en sus lugares y no se someterá de ningún modo a los dictámenes de estos criminales amparados por el Estado.

Fuente: elecodelospassos (aqui)

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